POR LA BOCA...

...MUERE EL PEZ

Los menorquines en general y los maoneses en particular somos conformistas; quizás en demasía.

-ido, be està
-ala ido, sa peseta per tú

Criticamos, pero sólo en pequeños corros, en familia, en los bares… pareciera que tuviéramos miedo al que al ser criticones, seamos también criticados; esta es una isla pequeña, todos nos conocemos.

Nada es verdad sino aparece en “es Diari”, ni tan siquiera estás muerto sino aparece tu esquela.

Olvidamos rápidamente, y a otra cosa. Nos llevamos las manos a la cabeza al ver las actuaciones de ciertos gestores políticos en ciertas instituciones; pero siguen ahí; ellos se encargan de vender su producto, de disfrazarlo con su más potente arma: los medios de comunicación, y en nuestro caso, el Medio, el único.

Es increíble ver como día tras día las ruedas de mi coche pasan sobre un bache milenario, vitalicio, casi ya como parte misma del conjunto histórico de la ciudad. Le puedo coger, incluso, cariño.

buenos días, sr. bache –le saludaba.

Y, de la noche a la mañana desaparece. La razón: alguien se quejó en el “Menorca”.

La falta de crítica, la falta de controversia es perjudicial para cualquier sociedad. El criterio único nos conduce a una falsa realidad, a un teatro.

Nuestra particular forma de ser hace que encumbremos a cualquiera que destaque en cualquier ámbito si este es reseñado en Prensa.

“Fulanito de tal ha dicho que el futuro de la industria turística de Menorca pasa por la desestacionalizacion y el turismo de calidad.”
Menudo titular. Con ello ya estas en la elite.

Carecemos de buenos gestores, de buenos políticos, de buenos empresarios, de personas con imaginación, con honradez; carecemos por una sencilla razón: buscamos arquetipos en unas páginas, en una foto, en unas palabras transcritas; pareciera que su aparición en el papel los alejara de su pobreza intelectual y los convirtiera en dioses cuyo único evangelio es la repeticion constante de las mismas frases hechas.