20 abr 2008

LA PEQUEÑA HISTORIA...

...LA OTRA

No andaría muy equivocado si me atreviera a definir a los historiadores como cultos chismosos.
En realidad, todos contamos historias, todos somos chismosos, y a la vez las construimos con nuestras aptitudes, opiniones, miserias y logros.




No podemos historiarlo todo, ni adentrarnos en el devenir de cada persona y analizar su influencia en la marcha de una sociedad; pero la Historiografía o quienes tienen el privilegio de escribirla, andan demasiado preocupados por generalizar los hechos en base a las repercusiones sociales de un determinado reinado o la aptitud heróica de algún temerario general.
Según ellos, las sociedades se trasforman dependiendo de quien las gobierne; aúnque esta por ver si son esos gobernantes quienes empujan el cambio o aquellos anónimos ciudadanos que nunca salen en los libros de Historia.




Esos aburridos libros, repletos de fechas, cifras, batallas y laureados generales, no relejan nunca el pensamiento de aquellos que delante, en primera línea, participaron en aquellas acciones que determinaron que los acontecimientos fueran calificados de históricos.
Son anónimos a los ojos de nuestra sociedad, sus historias se cuentan en pequeños corros, en alguna reunión familiar o entre copa y copa. A la Historia, la Oficial, le interesa mas destacar otras ideas: pomposos uniformes o la potencia militar de determinada época en determinado País. Detrás están los otros, los hombres que sufrieron la megalomanía de los que se creyeron llamados a ser dioses.

pintada situada en el baluarte 9, popularmente conocido como "casamatas".





Creo justo y merecido traerlos a estas paginas, sacarlos del anonimato y humildemente enseñar aquello que, sin querer, los ha perpetuado: sus pintadas en las paredes. Con ellas buscaron que alguien los recordara, firmar su paso por determinado lugar en determinada coyuntura y esperar a que llegara un loco como yo para trasmitirlo.

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